Uno de los principales problemas que enfrenta una sociedad democrática es cómo usar sus fuerzas policiales para proteger a los ciudadanos contra el delito y el desorden sin quitar el derecho de cada cual a comportarse como quiere. Algunos afirman que sin policía no existiría libertad. Otros replican que la policía tiene más que ver con el control que con la libertad.
Pero la policía cumple con un amplio espectro de obligaciones, además de lo que concierne a la delincuencia y el orden público. Y ello también afecta el modo en que la gente la considera.
¿Es amigo el policía? Inevitablemente el modo en que cada uno reaccione ante la policía depende de la experiencia personal. Se ha comprobado que los habitantes de zonas elegantes y barrios ricos aprecian y confían un poco más en ella que los que viven en zonas de clase media y en los suburbios, allí nace más la desconfianza.

En un libro policial publicado en Inglaterra en el siglo XIX alguien dijo: "El objetivo primordial de una fuerza policial es la prevención del delito, en segundo lugar la detención y el castigo de los delincuentes (por los jueces) si el crimen se ha cometido". Aún hoy a los que ingresan en el cuerpo deben memorizar esta frase.
La mayoría de los miembros de la institución proviene de familias de humilde condición, pero según la opinión de entendidos en la materia, durante su vida profesional adquieren actitudes propias de clase media, en cuanto a normas de decoro y disciplina, adaptándose muy bien.
¿Existe un temor justificado? La simple vista de un uniforme policial despierta en muchas personas cierto temor y un incómodo sentimiento de culpabilidad, justificado o no. La mayoría de los encuentros con la policía se producen por cuestiones varias, que indudablemente tienen efecto en esa opinión.

Mi concepto y valorización de funcionario retirado es nada más que eso, nuestra policía ha sido maltratada por políticos y civiles, casi sin compasión y ello deviene que nos metieron a todos en una misma bolsa (retirados y en actividad) sin medir a los culpables, que los había y eso no se puede negar, ahí está el pero, los honestos -que sí los hay- pagaron con creces lo mismo que los culpables y la repartición quedó acéfala por varios años.

Se produjo un alto y por suerte volvió a resurgir como el ave Fénix, hoy veo que tenemos a jefes superiores que tienen experiencia, son jóvenes... que los dejen trabajar dándoles herramientas para hacerlo, con leyes que permitan hacer prevención. Si no hay "prevención" no hay ley que valga y tendremos que seguir en la inseguridad y el miedo, que cada vez cala más hondo y se producen más víctimas.

Señores legisladores, señores jueces, señores fiscales, ustedes tienen en sus manos el remedio y nuestra institución se pondrá a la altura de las circunstancias que no son fáciles. Confiamos en nuestros camaradas y en aquéllos que son el respaldo de la Constitución Nacional. Siempre recuerdo esa frase, que por antigua es valedera: "El hombre sólo se acuerda de Dios y la policía cuando los necesita".

Omar Cristóbal García
Comisario mayor (RA)
Policía de la Pcia. de Bs. As.

3 comentarios:

Marcela Rossi dijo...

El ingreso a la academia de ciudadanos civiles dispuestos a armarse y desempeñarse como FUNCIONARIOS PÚBLICOS debe ser más cuidadosa desde muchos aspectos. No debería proporcionarse un arma y poder público a quienes no encajan con el perfil psicológico correspondiente (por conseguir un empleo estable). La institución debería respetarse más a sí misma, luego exigir respeto y reconocimiento social.

Anónimo dijo...

La inseguridad continuara por que no tendremos un policia por cada ciudadano. La inseguridad continuara mientras existan otras personas que no roban pero COMPRAN LO ROBADO (televisores, plasmas, celulares, respuestos de autos desde los economicos a los de marca alemana, y èstos no son de propiedad de un "villero" o los que cobran planes sociales, o empleados que trabajan por dos mil pesos mensuales.

Anónimo dijo...

"La mayoría de los miembros de la institución proviene de familias de humilde condición, pero según la opinión de entendidos en la materia, durante su vida profesional adquieren actitudes propias de clase media, en cuanto a normas de decoro y disciplina, adaptándose muy bien."

Comi ... ser de condición humilde no implica carecer de decoro y disciplina y muchísima gente de clase media carece de estos valores. Saludos cordiales ...

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