Realmente me intriga esta sorpresiva renuncia del director de tránsito de la Municipalidad, Sr. Arteaga. Podrán aducir que se debe a causas estrictamente personales, pero tengo la terrible sospecha de que el mecionado ex funcionario cumplía demasiado bien con su deber, y debido a que "el culto" al automóvil parece ser superior al de la vida, no debe haber caído nada bien que, debido a los correctos controles de alcoholemia efectuados a los conductores en esta ciudad balnearia, se secuestrara como consecuencia tantas unidades.
La terrible estadística en aumento de muerte por asesinatos de tránsito es un tema del cual ya se ocupaba su Diario hace más de dos años. En el día de hoy se anuncia a nivel nacional el tratamiento de una nueva legislación al respecto en el Congreso. Espero que el señor Pulti, cuya nueva gestión parece ser activa en sus primeros días de gobierno, no deje de prestar atención a este flagelo, aun cuando la prevención, el control y la sanción pongan de mal humor a turistas y a marplatenses.
Elena Fuksman
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